Son decenas de voluntarios que semana a semana se trasladan a diversos liceos y escuelas para contar los mejores cuentos a los niños y niñas quienes los esperan encantados dispuestos a hacer volar su imaginación.

Además, son 6 empresas socias CEM que destinan tiempo de sus colaboradores, para entregar una grata jornada a los niños y niñas; entre ellas destacan, Gesex que asisten a la Escuela Los Aromos del Recurso, BuinZoo acude a la Escuela Los Rosales de Bajo, Martínez y Valdivieso en Escuela Lo Salinas, Agrícola Llahuén y RB Rental atienden a Escuela senderos de Culitrin y Agrícola La hornilla visita a la Escuela Humberto Moreno Ramírez de Viluco.

El hecho de contar cuentos a niños y niñas, es un regalo tanto para quien lo recibe, como para quien lo entrega. Primero, se pone en valor el fomento lector y se acercan los cuentos a los niños y niñas, y por otro lado quien entrega este tiempo, se va con una gran riqueza. Así lo expresa Daniel Llavaneras, veterinario de Buin Zoo: "Hace 5 años que trabajo en BuinZoo, y me encanta hacer este tipo de voluntariado con niños y niñas de la zona, es una experiencia muy gratificante. Alegrarles el día a ellos, también me alegra el día a mí, sobre todo cuando uno tiene días más pesados en el trabajo, venir acá y recargarse de esta energía, es maravilloso".

Lograr esta cobertura de establecimientos con voluntarios cuentacuentos tanto de empresas como naturales, hace que un equipo de 94 personas puedan acercarse semanalmente a 12 colegios, sorprendiendo a un total de 1.145 niños y niñas.

Finalmente, Raimundo Reyes de la empresa RB Rental, indicó: "Me motivé porque quería hacer algo en beneficio de la comunidad. Creo que todas las empresas deberían hacer este tipo de voluntariado y así ayudar a la sociedad que lo necesita. Esta es mi primera experiencia contando cuentos y superó cualquier expectativa, lo pasé muy bien y la atención de los niños me desafía mejorar cada sesión."

Iniciativa de CuentaCuentos que se pretende replicar en más establecimientos y que a su vez se mantenga en el tiempo, pues son cientos de niños y niñas que crean un lazo de afecto con los voluntarios, logrando dar otra mirada a la lectura en sus propias salas de clases.